Encontrando lo buscado.

Allí estaba lo que yo quería. Un bosque. Sí, un bosque al que poder pasear a esas horas de la mañana cuando apenas el sol salía de su escondrijo. Alcé los brazos para estirarme un poco y hacer tronar los huesos tranquilamente. Adoraba esos momentos, los únicos en los que podía despejar la mente de los estudios y el trabajo. La verdad, eso de sacarme una carrera empezaba a tocarme las pelotas hasta el punto de querer dejarlo, pero siempre había sido mi padre el que decía que, si tenía que vivir como humano, que tenía que buscarme un buen empleo.... aunque ya tenía uno.

Terminé por subirme a un árbol y ver el suelo desde allí. - Si por lo menos pudiera siempre vivir en un lugar así... - me dije a mi mismo cerrando los ojos algo nostálgico pero a la vez burlándome de mi mismo por decir aquel tipo de cosas.

Había pensado "explorar" por una vez sola aquel gran bosque, pocas veces había estado ahí pero por lo que sabía, o por lo menos suponía, que varios seres sobrenaturales podían llegarse a esconder en el territorio. Al menos esa era la excusa que había dado en el cuartel, en realdiad solo quise alejarme de todo por una vez, de esa manera podría pensar mejor en lo que pasaría de ahora en adelante. Suspiré levemente. Dejé de caminar al ver algo moverse, parpadeé para aclarar la vista, por un par de segundos pensé haber visto a un chico, caminé hasta donde había visto, lo que fuera que estuviera ahí, pero en efecto ya no había nada, alcé los hombros volviendo a caminar al frente.

De repente vi a una chica pasear cerca de donde estaba. - Parece una humana normal... - me dije a mi mismo frotándome un poco la cabeza para después sentarme bien en la rama y girarme boca-abajo aguantándome con las piernas en la rama para ver a esa chica.

- Perdona.... te has perdido? - pregunté curioso aguantándome el gorro con una mano para que no cayera al suelo. - O es que simplemente buscas un lugar para relajarte y alejarte de los malos olores de la ciudad? - pregunté otra vez antes de dejarla responder.

A modo de reflejo ante la sorpresa que me había, llevé una mano a un costado para alcanzar mi arma, pero no la saqué, mire al chico que estaba colgado de la rama un poco mal por haberme asustado de esa manera, suerte que no había gritado. Crucé los brazos, frunciendo el ceño - No estoy perdida - El tono que había usado sono golpeado, bueno ¿quien no se enojaría si lo sorprendieran de la nada en medio del bosque? - Y no se a que te refieres con los malos olores de la ciudad - respondí a lo segundo, mirando al chico con cautela.

- ¿Como que no? .... El olor de los motores de los coches.... el olor de la basura... el olor de la cloacas... el olor a meado de calle... el olor a persona sudada... - empecé a dejar una larga lista de los malos olores de la ciudad hasta que me quedé sin recursos - Vaya... que la ciudad apesta si no estás dentro de un centro comercial en el que haya aire acondicionado o una buena floristería - concluí cogiendo un poco de impulso para poder cogerle a la rama con la mano libre y bajarme al fin de ese árbol.

La castaña alzó una ceja, la verdad no le importaba en gran escala los "olores de ciudad", así que no comento nada al respecto. Elevó un hombro, dejando que el viento jugara con su cabello. Al verlo bajar del árbol, dio un paso atrás con intención de irse.

- Ya que ninguno de los dos estamos perdidos, no tenemos más que hablar, hasta luego

Se despidió dando media vuelta sobre sus pies para cambiar de recorrido.

- Ahg.... pero qué mujer más aburrida... - dejé ir aburrido llevándome las dos manos tras la nuca - Habías venido al bosque por algo, no? O me dirás que viniste por inspiración divina? - pregunté inclinándome un poco hacia un lado como si así pudiera verla.

Giró un poco la cabeza, viendo al peliverde de reojo con una media sonrisa - No tiene nada que ver contigo - Respondió golpeado, como era lo normal, no confiaba en extraños, y él tenía un aura diferente, la molestaba. - ¿Y si soy tan aburrida, para qué me detienes? - Esta vez se giro con los brazos cruzados para encarar al chico.

- Porque quizás no eres tan aburrida como aparentas ser y me sacas de mi aburrimiento - respondí cruzándome de brazos. De repente estornudé, por supuesto me había desviado hacia un lado primero y me había llevado las manos frente mi boca. Por unos momentos me miré las manos, me las había quemado ligeramente como de costumbre, así que podía deducir que ahora mis ojos eran rojos. Parpadeé un par de veces fuerte para que estos volvieran a su color normal y me llevé las dos manos a la espalda volviéndome a girar a ver a la chica - Lo siento... creo que debo tener alergia a algún tipo de planta de por aquí....

- Quédate aburr... - No terminó de hablar; si no fuera porque conocía de la existencia de los seres sobrenaturales, y que ya había visto a algunos... "escupe fuego" antes, de seguro estaría completamente en shock, de igual manera dio un paso hacia atrás - O tal vez si tenga que ver contigo - Susurró para si, bajando un brazo y déjandolo en su cintura - Así que no eres tan humano como dices ser - Soltó con superioridad por haber "descubierto su secreto". - ¿O medirás que el fuego de antes también te lo causa una alergia?

- Es que antes me tragué mucho pimiento rojo - excusé con varias gotas en la cabeza - O quizás ha sido tu simple imaginación - dije sonando poco convincente - Es más, siempre puede ser un truco de magia.. ¿No has visto nunca esos magos que sacan fuego por la boca? - pregunté ya sabiendo que todo aquello no serviría de nada - En fin, pretendo ser humano, así que perdona si no lo parezco suficiente - finalicé cambiando la expresión completamente por una de fastidio.

Alzó una ceja ante las excusas del dragón, podría haber funcionado si no hubiera dado tantas y solo se quedara con una. De todas formas no dijo nada hasta que terminó de hablar, echó un mechón de su pelo hacia atrás. - Ya, así que un dragón - Comenzó a hablar con curiosidad - ¿Y se puede saber que hace un dragón aquí? ¿Solo escapar de los "olores de la ciudad"? - Bufó sin estar convencida sobre ello.

- Exacto, ya te he dicho que la ciudad apesta.... - No, realmente estaba allí por trabajo, más que nada me habían dicho que mi objetivo pasaba por ese lugar por lo menos tres veces al día, así que quería esperarlo allí para terminar con él - Además, yo también tengo un asuntillo.

- Un asuntillo - Repitió, suponía bien que así era, el punto era saber que tanto escondía - Yo también tengo "un asuntillo" pendiente, así que me quedaré - Camino dos pasos hacia el chico, o mas bien hacia el árbol para descansar su espalda sobre este.

- Ok~ - respondí sonriendo tranquilamente, una ya típica sonrisa falsa de mi parte. - ¿Qué tipo de asunto tienes tu por aquí? - pregunté curioso, pues si era policía tendría que retrasar el trabajo un día y fastidiarme a cobrar más tarde.

- Explorar - Respondio la verdad, no tenía un plan concreto de todas formas - ¿Qué hay de ti? Aún no sé tu "asuntillo" pendiente - Preguntó sin mirarlo.

- Mi asuntillo es lo de menos, al fin y al cavo lo que hago es simplemente lo que los demás no quieren hacer por miedo o por pereza - dije alzándome de hombros y llevándome las manos a los bolsillos - y si llega el momento ya lo verás~ Lo dejo en sooooorpresa~

- Como quieras - Soltó con fastidio por no admitir que le daba curiosidad lo que pudiera estar ocurriendo, y por el mismo motivo decidió quedarse con el chico de pelo verde antes de irse. - ¿Tardará mucho en suceder lo que sea que tenga que pasar?

- No lo se~ - respondí dando dos giros sobre mi mismo observando la nada - Eso no depende de mi~ sino de un factor externo el cual estoy esperando que llegue~ - dije mirando de un lado a otro por si acaso había dado un rodeo al oír a dos personas hablar. - ¿Te apetece hacer algo mientras esperamos~? ¿Quieres que te enseñe mis alas? Oh, no no no no nooo, espera, que son demasiado grandes y o quiero destrozar los arboles de alrededor.... ¿Te enseño como escupo fuego? Ahg, tampocooo~! que podría provocar un incendio y no quiero que me multen por ello~ - Me quedé unos segundos callados - Ya se~ Podemos no hacer nada~! - dije aun mirando de un lado a otro. Tanto hablar no era más que una forma de hacerle pensar a esa chica que simplemente estaba algo tarado.

Alzó una ceja, después de tantas cosas sin sentido que el dragón seguía diciendo ella no tuvo más remedio que reír, era un chico curioso - Lo siento - Se disculpó por reirse de él en la cara antes de agregar - Es que eres gracioso - Admitió riendo un poco más, después solo se dejó caer al cesped - Si lo piensas bien, hacer "nada" es estar haciendo algo... - Comentó sin mucha atención

Me aparecieron varias gotas en la cabeza cuando se echó a reir, pero tampoco me quejé de ello.

- Pues entonces... solo tenemos que esperar~ - concluí volviendo a subirme al árbol como aquel que simplemente se sube a la cama y me quedé allí - Te recomendaría hacer lo mismo si no quieres que lo que se avecina te vea~

- Puedo hacer de cebo - Replicó convencida, pensando que de ese modo, lo que fuera que iba a venir tardaría menos, ya se vería - Tu quédate ahí de todas formas - Siguió hablando para después colocar un codo en una de sus rodillas, acomodando la mejilla en su mano.

- Pero si te quedar ahí entonces nunca aparecerá~ - me quejé tontamente mientras reía por lo bajo.

De repente de oyó de fondo un grito de alguien, una voz de hombre que venía de no demasiado lejos. Sabía de donde venía. Hacía poco rato había colocado una trampa allí... pero pensé que la evitaría por ser demasiado visible...

- Oh vaya... pues al parecer no llegará nunca~ - dije dando un salto desde encima del arbol para terminar otra vez abajo. - Pues nada~ Aquí termina la cosa~ - dije alzando una mano en señal de despedida esperando que la chica no me siguiera. - Voy a recoger mi premio~ Hasta otra~ - Aunque por alguna razón tenía la sensación de que no todo iría tan bien.

Frunció el ceño confundida por el simple cambió de planes, se levantó con pesadez mientras veía la despedida del chico, pensó un momento que sería mejor, si seguirlo o no, al final no lo hizo, solo imitó la acción del dragón alzando una mano devolviendo la despedida - Como tu digas - Se limitó a decir la castaña antes de continuar su camino, en dirección contraria del peliverde.

Por unos momentos me detuve y me giré a mirar a la chica sin hacer ruido alguno. Sonreí de lado, aunque fuera humana, sabía que no era normal, el instinto me lo decía. Aun así seguí con mi camino a ver si realmente ese hombre ya estaba muerto o solo era una doble trampa de su parte.